sábado, 10 de abril de 2010

viernes, 9 de abril de 2010

"La Sociedad de la Información debe convertirse en la 'sociedad del aprendizaje permanente', lo que significa que las fuentes de educación y la formación deben extenderse fuera de las instituciones educativas tradicionales hacia el hogar, la comunidad, las empresas y las colectividades sociales. Las profesiones de la enseñanza necesitan ayuda para adaptarse a la nueva situación y aprovechar plenamente estas nuevas posibilidades" (Foro de la Sociedad de la Información, 1996: 7).
Si definimos la educación como un proceso de perfeccionamiento intencional coadyuvado por la influencia sistematizada del educador dentro de un contexto socio-cultural (Castillejo, 1985), es decir, como un proceso interior y personal dirigido de forma intencional por otros e influido por el medio, al cual podríamos caracterizar como una sociedad tecnificada, tenemos que afirmar que la educación en estos momentos está necesariamente tecnificada, ligada al desarrollo tecnológico. Los procesos de culturización son asumidos en parte por las instituciones educativas pero también por las propias sociedades en sentido genérico. En este sentido la familia desempeña un importante papel y la influencia de las TIC (prensa, televisión, radio, Internet) es cada vez mayor. La escuela pierde relevancia social y cultural mientras que ganan prestigio las TIC. La identidad de la escuela se desdibuja en medio de una amplia oferta de productos culturales, la brecha entre la educación formal y la educación informal se abre cada vez más. A pesar de que vemos que la tecnología va cambiando muchos ámbitos de nuestro entorno (industria, transporte, medicina,...) y la vemos en nuestras casas, coches, oficinas..., difícilmente nos ha servido para cambiar el discurso sobre la enseñanza, raramente se ha integrado en la estructura del método de enseñanza, en lo que hay que enseñar y cómo hacerlo. La tecnología casi no ha entrado en el sistema educativo formal y cuando lo ha hecho, ha sido tímidamente y sin alterar apenas la esencia de los procesos educativos tradicionales. Si esta es la situación, se impone una reflexión sobre el por qué. Por qué ante este cambio social y culturalmente relevante, en el que las TIC ocupan un papel fundamental, la escuela sigue la política del avestruz y se mantiene inamovible. Algunas razones que pueden explicar esta posición de la escuela al tiempo que nos planteamos nuevos interrogantes sobre la relación entre la escuela y la sociedad actual concluyendo que el reto para la escuela es sacar la cabeza del agujero para dar a todos los alumnos las mismas posibilidades. A nuestro modo de ver, se trata de que los profesores empecemos a plantearnos el papel de la tecnología y, en especial, las TIC en los procesos curriculares y que estemos dispuesto a redefinir, de alguna manera, nuestros roles docentes, lo que siempre supone un riesgo que hay que estar dispuesto a correr. A partir de lo anteriormente planteado, hay que tener en cuenta que el fin último de la educación ha de estar orientado a la formación continua y permanente, es decir, ha de ser una educación para toda la vida, pues es el único camino para lograr humanizarnos cada día. En tanto hoy más que nunca se requiere que la educación permanezca a la altura de las nuevas exigencias y formas de aprender, no olvidándose de la formación integral de cada persona. Ante este nuevo planteamiento que le hace la globalización y las TIC a la educación requiere de abrirse a nuevos caminos de entender el aprendizaje, sin embargo no significa eliminar formas de conocer, sino más bien ampliarse y extenderse el campo educativo: es esencial que reflexionemos y tomemos conciencia de la respuesta que demos de esta pregunta ¿qué otros procesos de conocimiento y aprendizaje se han añadido dentro de nuestra cultura? Asimismo, cabría preguntarse qué papeles debe adoptar la educación escolar, como institución que refleja, cultiva o rechaza, más o menos críticamente, unos sistemas de valores (Sancho, 1995) ¿Desentenderse y pensar que lo que se haga en la escuela poco o nada influirá en lo que pase fuera? ¿Subirse a la corriente y fomentar el saber, las actitudes, las capacidades y habilidades que pongan al estudiante en situación de "triunfar" en el gran mundo? ¿Ha de generar respuestas para una gran mayoría que, evidentemente, nunca triunfará? ¿Ha de asumir el papel de defensora de valores sociales a modo de contravalor de las propuestas hegemónicas? ¿Ha de considerar otras visiones del mundo aunque entren en conflicto con las del alumnado, las familias, otras instancias sociales? ¿Cuál es el papel de las TIC en el nuevo concepto de educación...? La tecnología debe y puede colaborar activamente en los procesos de cambio generados en el propio sistema educativo. La integración de la tecnología debe partir de las propias posibilidades de ésta y del reconocimiento de la trascendencia de las personas implicadas en todo proceso educativo. Esta es una de las claves de la transformación del sistema. La escuela, en los recursos que adopta, refleja los parámetros de la sociedad que los desarrolla, la cual trata de perpetuar una determinada cultura. De este modo la escuela se convierte en un instrumento social para transmitir determinados valores y modos de actuación, sin que éstos formen parte de su ideario. Situándonos en este concepto de la educación, las TIC han de ser supeditadas al método, al discurso formativo de la escuela, a sus procedimientos y valores. De modo que es necesaria la deconstrucción de las ideas que estudiantes y profesores tienen asociadas con los artefactos tecnológicos y reconstruir críticamente el significado y uso que tales artefactos tienen en la sociedad actual (San Martín, 1995). La escuela ha de navegar contra corriente, contraponiendo los medios grupales a los medios de masas, permitiendo la elaboración de mensajes abiertos en los que participen todos los sujetos, fomentando la creatividad, generando experiencias compartidas y contextualizadas, permitiendo la expresión libre de los miembros de los grupos que se educan, educando en la diversidad, trabajando para conseguir una sociedad igualitaria, democrática y libre. La tecnología en este contexto ha de estar atenta a las necesidades formativas de los profesionales de la educación en este ámbito, así como a las necesidades educativas de los estudiantes, dando respuesta a las situaciones educativas diferenciales y especiales. Respuesta en la que se ha de implicar la sociedad desde la perspectiva pública, del servicio social que el Estado debe procurar en cuanto a las prestaciones educativas. Por su parte, los educadores han de profundizar en la comprensión del mundo en el que viven, de los procesos de cambio tecnológico y social para tratar de adaptar las instituciones educativas a las condiciones de los nuevos tiempos, mejorarlas y aumentar su calidad. Para ello el tránsito a esta sociedad y sus necesidades formativas se debería apostar a configurar la "sociedad del aprendizaje a lo largo de la vida" a fin de fortificar el protagonismo en mentes y voluntades de personas en los nuevos entornos. La nueva arquitectura de la enseñanza estratégica y de los procesos de aprendizaje, establecen nuevas hipótesis para el proceso de mediación tecnológica: enseñar y evaluar información crítica en su utilización/aplicación en la búsqueda de un uso inteligente y en una alta calidad para cubrir la demanda con equidad social. El aprendizaje a lo largo de la vida significa oportunidades educativas diseñadas de modo flexible y personalizado extendidas como acompañamiento a lo largo de la vida personal y colectiva con procesos de aprendizajes globales integrados, reales y virtuales. Esta "pedagogía computacional" necesita antes de una alfabetización tecnológica y de una enseñanza de la criticidad no solo para superar la "info-intoxicacion" sino para impulsar el cambio de mentalidades a través de la flexibilidad colaborativa en situaciones diversas de organizaciones y sus programas. Hay que preocuparse tanto de la forma como del contenido. La mayoría de lo que aprendemos en nuestra vida sirve poco en ella, principalmente conocimiento técnico. Lo importante es la formación asociada a ese aprendizaje, el desarrollo de capacidades lógicas y analíticas, el poder abstraer y conceptualizar y resolver problemas. El objetivo no es aprender a aprender constantemente. Creo que este proceso se puede hacer mejor, integrando conocimiento y nuevas herramientas en cursos novedosos, donde el alumno entiende mejor la meta final. Los objetivos principales deben ser flexibilidad, adaptibilidad, enfatizar conceptos y facilitar el aprendizaje continuo. Hay que diseñar mejores curricula, más completos y coherentes, y enseñarlos de una manera distinta, motivando al estudiante y explicándole claramente porque está aprendiendo cada tema y las interrelaciones con su entorno. En resumen, integrando todo, e incentivar el pensamiento crítico.

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¿TIC'S NUEVA VIDA?

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